Los bomberos luchaban el sábado, 5 de agosto, para controlar un incendio forestal en Portbou, en la frontera española con Francia

Los bomberos de la región de Cataluña y franceses se unieron en el momento en el que el fuego arrasaba unas 435 hectáreas de terreno. Se calcula que unas 2.500 hectáreas están amenazadas.

La población local fue evacuada, durante la noche, como medida de precaución horas después de que se declarara el incendio al sur de Portbou, cuya estación de ferrocarril conecta España con Francia.

Los guardas forestales catalanes dijeron en Twitter que se están investigando las causas del incendio.

En un comunicado en la página web del gobierno regional catalán, añadieron que el incendio «sigue activo» y que su prioridad era evitar que invadiera la cercana localidad turística de Llanca, al sur.

Los fuertes vientos habrían contribuido a la propagación del fuego durante la noche e impedido el despegue de aviones hidrantes para ayudar en una operación de extinción complicada por el terreno montañoso afectado.

El servicio de bomberos catalán dijo que espera que las operaciones aéreas pudieran comenzar el sábado por la tarde tras el reconocimiento previo con helicópteros.

Añadió que, además de evacuar a unos 135 lugareños, varios centenares más habían tenido que pasar la noche confinados en sus pueblos o en campings, que en esta época del año suelen acoger a miles de turistas.

Las autoridades catalanas de protección civil dijeron que unas 4.000 personas quedaron sin electricidad y que el tráfico ferroviario se suspendió entre Portbou y Figueres, a unos 30 kilómetros (18 millas) al sur. La principal carretera de acceso a Portbou y a la frontera francesa también está cerrada.

El año pasado, unos 500 incendios arrasaron más de 300.000 hectáreas en España, un récord en Europa, según datos del Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (Effis).

En lo que va de año se han destruido unas 70.000 hectáreas, según Effis.

(Fuente: AFP / France24)