Tanto Galván como el responsable del crimen de Gordillo fueron condenados. Cuando la sentencia quedó firme y la Policía lo fue a buscar para trasladarlo a la cárcel, el hombre ya se había fugado.

Finalmente, su víctima lo encontró en la terminal de micros de larga distancia de la capital de Tucumán, conocida como «Terminal vieja».

Según el denunciante, Galván estaba “comiendo empanadas” en un local de comida al paso, ubicado en avenida Sáenz Peña y Charcas.

Inmediatamente, la víctima dio aviso a policías que se encontraban en el lugar y Galván fue detenido.

Antes de detenerlo, el hombre intentó escapar y se realizó una persecución a pie: “Evitaba el contacto con el personal policial. Estaba nervioso, pero no dijo nada, sabía cuál era su situación y al ver la cantidad de policías no se resistió”, informó la oficial principal Martínez, a cargo de la detención de Galván, en diálogo con el medio local Los Primeros.

Agregó que “el personal solicitó colaboración, mientras le pidieron que se identifique. Ahí solicitamos sus antecedentes y corroboramos que contaba con pedido de captura. Enseguida lo aprehendimos y la fiscalía de homicidio continuó con la causa que comenzó en el año 2012″.