La policía rosarina allanó el estadio de Newell’s en búsqueda de información para conocer cómo ingresó la bandera al estadio y quiénes la llevaron y organizaron el despliegue.
Este lunes, la Policía de la Ciudad de Rosario realizó una allanamiento en el Estadio Coloso Marcelo Bielsa en el marco de la investigación por la bandera vinculada a la banda criminal «Los Monos» desplegada por la hinchada de Newell’s durante el partido despedida de Maxi Rodríguez.
El pasado sábado, mientras todos los protagonistas del evento posaban para la foto, a sus espaldas se desplegó una bandera gigante en la que se podía leer «Nosotros estamos más allá de todo».
La leyenda acompañaba a tres imágenes de animales: al frente un mono con anteojos, en alusión a Ariel’Guille’ Cantero, líder y a quien también identifican como «el de lentes», acompañado de un pollo por Leandro ‘Pollo’ Vinardi, y un toro por Carlos Damián ‘Toro’ Escobar. Todos se encuentran en prisión aunque continúan manejando los hilos desde sus celdas.
Tras esta muestra de poder hecha por la barra brava de Newell’s durante el partido,el secretario de Seguridad Deportiva de Santa Fe, Gustavo Pucheta, confirmó que alertaron a la Justicia sobre lo que estaba ocurriendo: “Apenas apareció la bandera, el ministro de Seguridad nos ordenó poner en conocimiento del hecho a la Fiscalía de Flagrancia y de empezar a investigar para conocer si la bandera estaba en el lugar con anterioridad o si se filtró por algún lugar”, indicó el funcionario a LT8 de Rosario.
«Fue el único punto flaco del operativo ya que no pudimos divisar esa bandera con anterioridad. Pero creo que no estaba en el lugar desde días antes. Hay un universo de personas que trabajan en este tipo de eventos y algo falló. Será la Justicia la que determine qué medidas deberán llevarse adelante», señaló Pucheta.
Ante este escenario, Ministerio Público de la Acusación se ordenó investigar cómo ingresó la bandera a la popular Sur (que tiene doble visera) por «intimidación pública» .
En este marco, desde la unidad fiscal de Flagrancia de turno, se envió a personal de la Brigada de Extorsiones y Balaceras de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) para relevar las cámaras de los accesos al estadio –tanto en los momentos previos al evento como las grabaciones de este domingo, después del encuentro– y también en buscar esa bandera en una parte del Coloso donde suelen guardarse los trapos de la barra brava.
Para la Justicia provincial Escobar y Vinardi, junto con Marcos «Pato» Mac Caddon y Pablo Nicolás Camino, lideran las cuatro células que controlan distintos negociados en la barra de Newell’s, en la zona oeste, sur y Villa Gobernador Gálvez, norte y Cordón Industrial y sureste. Todas, aunque operan independientemente, responden a «Guille» Cantero, el jefe de «Los Monos», quien acumula penas por más de 100 años.
Parte de esta trama, en la que también confluyen conflictos internos, se puso en conocimiento luego del asesinato del músico y artista callejero Lorenzo «Jimi» Altamirano, ocurrido a comienzos de febrero pasado cuando, según la principal hipótesis de la Fiscalía, fue levantado al voleo en la calle en la zona oeste de Rosario para luego ser asesinado en la puerta de la cancha de Newell’s, donde dejaron en su cadáver una nota dirigida al «Toro» Escobar y al «Pollo» Vinardi: «Dejen de sacar pibes del club para tirar tiros».
La muerte de Altamirano y las circunstancias del hecho, fueron interpretadas por los fiscales de la Unidad de Criminalidad Organizada, Luis Schiappapietra y Matías Edery, como un hecho inédito: “El cadáver fue usado como un envoltorio”, opinó Edery días después.
Detrás de este crimen aparecía una trama plagada de problemas internos entre integrantes de Los Monos.
El objetivo era “sembrar” sangre en un escenario en disputa: la barra brava de Newell’s, cuyo control está en manos de Los Monos.
El trasfondo por el manejo de la barra de Newell’s dejó una decena de muertos en los últimos años, desde que Ariel “Guille” Cantero, líder de Los Monos, tomó las riendas a través de sus delegados, que también están presos como él, como Carlos “Toro” Escobar y Leonardo “Pollo” Vinardi, entre otros.
El control de la hinchada no solo sirve para extender la venta de drogas, sino que atrae emprendimientos paralelos, como la recaudación que generan los cuidacoches en esa zona, la venta ambulante y la “marca”: la barra de Newell’s se usa como una fuerza de choque que sirve para marcar terreno en disputas sindicales, como ocurrió, por ejemplo, con el gremio de Peones de Taxis.
El 31 de diciembre pasado, cuando se produjo un ataque a balazos a la Fiscalía y la sede de la Defensoría en Villa Gobernador Gálvez, los atacantes dejaron un mensaje que hacía alusión a Escobar, que está preso desde 2018 por homicidios y tráfico de drogas. Hoy está en el penal de Ezeiza. Escobar maneja un sector de la barra y pretenden correrlo.
Antes del asesinato de Jimi Altamirano, que nada tenía que ver con estas tramas criminales, se produjo un ataque a balazos a la comisaría 26ª en Villa Gobernador Gálvez. Allí también apareció un mensaje similar, con el nombre del Toro Escobar.